Las comunidades de vecinos que tengan calefacción central tienen un año de plazo para instalar contadores individuales si resultan viables económicamente, según el nuevo decreto que entró en vigor en 2020. De momento, en Madrid ya se han adaptado a la nueva normativa 700.000 viviendas.
La medida busca que cada vecino pague por el consumo real que efectúa, de forma que el gasto se reparta de forma más justa.
Están exentos de cumplir la normativa aquellos edificios en los que su instalación no es viable técnica ni económicamente. Es decir, si la inversión no es se amortizase en cuatro años.
Para ello, las empresas encargadas del mantenimiento de la calefacción central deberá evaluar las instalaciones y comunicar a cada comunidad si es viable instalar contadores individuales.
La instalación podrá realizarse generalmente en aquellas viviendas que tenga una entrada y salida con sus radiadores conectados entre sí. No obstante, si los radiadores de todos los pisos estuviesen conectados entre sí, su instalación sería en la mayoría de los casos técnicamente imposible.
En este tipo de situaciones, la empresa hará un certificado de manera gratuita justificando que es imposible la instalación de dicho sistema, por lo que quedaría exento. Lo mismo ocurriría en las viviendas en que la amortización de la inversión fuese de más de cuatro años.