Se consume más tabaco durante el confinamiento pero bajan sus ventas. Es la paradoja que viven los estancos, uno de los servicios esenciales en esta crisis. El acopio masivo de cigarrillos al inicio de la pandemia, tras decretarse el estado de alarma, ha provocado que muchos negocios despachen ahora menos cajetillas.
Según datos del sector, se ha podido producir una disminución entre el 60 y 70% de las ventas desde que se decretase el estado de alarma. La imagen ahora son estancos vacíos, un negocio que además se ha visto afectado por el cierre de los comercios de hostelería.