Parcelas de chalets literalmente suspendidas en el aire, muros caídos y terrenos parcialmente derrumbados. Es la situación que siguen viviendo varios vecinos de Arroyomolinos después de la riada del pasado 1 de noviembre. Los vecinos dicen que no pueden más. Denuncian que algunas casas siguen deteriorándose y que temen que un nuevo temporal acabe de arrasar con ellas del todo. Llevan así, dicen, casi un mes y medio.
Aunque la situación viene arrastrándose de años atrás. Desde el año 2019 advirtiendo que esto podía suceder, ya que el gran temporal que hubo el año anterior causó graves daños: corrimientos de tierra al margen del río, afectando las fachadas de las viviendas y suponiendo riesgo de caída.
De momento, las numerosas denuncias y escritos pidiendo una solución al problema no han tenido respuesta. El Ayuntamiento les dice que las viviendas no corren peligro aunque hay algunas que ya presentan grietas.