Cada vez más usamos las tarjetas de crédito para todo: desde hacer compras a pagar en bares y restaurantes. Un pago en el muchas veces se engloban también las propinas a los trabajadores de la hostelería. En este contexto, los abogados laboralistas advierten que esto puede ser un foco de conflicto entre empleados y empresarios.
Las propinas en hostelería son algo habitual en nuestra cultura pero a diferencia de Estados Unidos voluntarias. No están reguladas, cada establecimiento establece sus normas pero no puede prohibirlas y al ser gratificaciones nunca se pueden considerar parte del salario.
El hecho de que, en muchas ocasiones, el cliente deje la propina incluida en el pago que realiza con la tarjeta de crédito puede ocasionar que la gratificación repercuta en beneficio del empresario y no vayan al bote que se reparte entre todos los trabajadores del establecimiento.