Nuestro país está a punto de hacer historia al aproximarse a ser el primer país del mundo en erradicar la hepatitis C. Una enfermedad vírica que cada año mata a casi 300.000 personas en el mundo, pero que, si se diagnostica a tiempo, tiene cura. El avance en su erradicación es considerado como un éxito sanitario histórico.
Los nuevos casos se han reducido en un 90%, en un 65% las muertes por cirrosis y cáncer de hígado y el 80% de las personas con Hepatitis C han recibido tratamiento. Una enfermedad que si se trata en sus inicios tiene cura, sino, puede ser mortal. “En 2025 deberíamos estar hablando de que la Hepatitis C sea residual”, señala Javier García Samaniego, jefe de Hepatología en La Paz.
Los esfuerzos se centran ahora en los colectivos más vulnerables, como las personas sin hogar o las personas con adicción a las drogas. Entre ellos, podría haber 20.000 afectados que aún desconocen que tienen hepatitis C, ya que generalmente no provoca síntomas o, en su caso, los síntomas son tan leves que pasan desapercibidos. La infección crónica por este virus afecta a unos 58 millones de personas en el mundo.
En 2014, se lanzó en España y en toda la Unión Europea el fármaco Sovaldi, también conocido como sofosbuvir. Esta molécula bloquea la proteína responsable de replicar el ARN del virus de la hepatitis C, logrando así su eliminación del cuerpo. Este tratamiento ha sido revolucionario en las estrategias para eliminar la hepatitis C, ya que alrededor del 95% de los pacientes con la infección se curan después de tomar Sovaldi en combinación con otros fármacos durante unos meses.
El virus suele permanecer latente en el cuerpo durante décadas y puede provocar daños hepáticos graves, como cirrosis y cáncer. El descubrimiento de esta molécula ofrece esperanzas para eliminar la hepatitis C, especialmente porque España está bien situada para lograr este objetivo. Además, se destaca el papel clave del medicamento, que ha revolucionado las estrategias de eliminación al curar alrededor del 95% de los pacientes con infección.