“Solo hemos podido traer doce globos para evitar las masificaciones. Tienen 23 metros de altura cada uno” aseguran.
La altura de edificios de 7 plantas. Preguntamos condiciones de vuelo a nuestro piloto.
“La tarde está perfecta y dependemos de lo que el aire quiera hacer con nosotros” nos cuentan.
Nos vamos elevando. Se aleja el Palacio y el Real Sitio. Sobrevolamos el maravilloso paisaje cultural de Aranjuez. Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2001.
La copa de un árbol ayuda a frenar
La calma del paseo y la belleza de las vistas sólo se altera con el constante atizado de los quemadores.
También para volar se necesitan unas condiciones de viento suaves o moderadas para despegar con seguridad.
Es el momento de buscar un lugar para aterrizar. “Nos colocamos de espaldas a la dirección que llevamos y realizamos la maniobra”.
La copa de un árbol nos ayuda a frenar y tranquilamente la barquilla se posa en un maizal cosechado. Toca demontaje y vuelta a casa.