El Paseo de la Castellana se convirtió ayer por la tarde en una multitudinaria pista de patinaje, donde patinadores de todos los niveles y de todas las edades circularon libremente y a ritmo tranquilo, en un sencillo recorrido con principio y fin en la glorieta de Emilio Castelar.
La misma glorieta, que servía de punto de encuentro, se transformó anoche en una 'roller disco' donde los asistentes pudieron bailar en patines, entre las 22.00 y las 24.00 horas, y encontrarse con otros aficionados en una fiesta animada por el pinchadiscos Lovemonk Soundsystem, el DJ Charles Trees, procedente de Detroit, y la Asociación Rollandance, según un comunicado del Consistorio madrileño.
Esta actividad, producida por Veranos de la Villa 2018 y organizada en colaboración con la Asociación de Patinadores de Madrid (APM), pone en valor el patinaje como deporte y forma de ocio saludable y ofrece, además, una nueva oportunidad para reflexionar sobre formas de desplazamiento sostenible en la ciudad.