La colada de lava que avanza por la zona industrial del Callejón de la Gata en Los Llanos de Aridane está generando preocupación, pues es una masa de lava importante que ya ha asolado un número reducido de casas, si bien hay "tiempo de sobra" si fuese necesario realizar una evacuación.
El director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha subrayado en la rueda de prensa posterior a la reunión de los comités científicos y directivos que aún hay que evaluar los daños que está causando esta colada en concreto, que está situada a la altura del punto limpio, en el polígono industrial de esta zona. Ahí es donde reside ahora la inquietud, porque se trata de una zona con una importante hondonada y la colada tratará de rellenar ese hueco, aunque los científicos creen que al ritmo que avanza tardará entre 24 y 36 horas en hacerlo.
Por ello Morcuende ha pedido "tranquilidad", pues hay "tiempo de sobra" para evaluar cuál sería la salida al mar de esta colada y si es preciso avisar de una nueva evacuación lo que, ha subrayado, con la posición y la velocidad con la que ahora discurre la lava no es necesario porque "todo lo que está por debajo está ya evacuado".
Por su parte la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha recordado que esta madrugada se produjo la ruptura parcial del cono que contenía el lago de lava, lo que provocó la emisión de grandes bloques y que no se pueda descartar que surjan nuevos centros de emisión en el entorno del cráter.
El derrumbe ha generado a su vez nuevas coladas, ha proseguido Morcuende, quien ha especificado que se ha monitorizado una situada al noroeste, que discurre hacia la calle Paraíso de El Paso, y se cree que en este momento "ha perdido totalmente la fuerza" al situarse sobre el anterior flujo de lava.
El Pevolca ha insistido en llamar a la tranquilidad a los vecinos porque en todo momento se está "monitorizando y vigilando" estas coladas y en caso de que ocurriera algo que obligase a adoptar cualquier tipo de medida de Protección Civil se anunciaría "con claridad y rapidez".
El "dedo" de la colada sur que se desgajó hace dos días aún no ha llegado al mar porque de hecho, está parado, pero está aumentando su espesor porque "está cargando masa y en cualquier momento cogerá inercia por el peso y avanzará" hacia el agua, ha continuado Morcuende.
Respecto al delta lávico o fajana, ha explicado que la plataforma costera de La Palma es escasa, al ser una isla joven, y tiene una profunda pendiente hacia el fondo marino, en el que se han depositado sedimentos a lo largo del tiempo geológico y sobre ellos está cayendo la colada de lava, es decir, que se asienta sobre un área "que no tiene estabilidad y puede moverse en cualquier momento".
Ahora el movimiento marino está sujetando el delta lávico y a su vez la presión del volcán la empuja hacia el mar, por lo que puede ocurrir en un momento dado que el peso de la lava supere el esfuerzo del mar por retener la fajana y en ese momento se produciría una ruptura que generaría pequeñas explosiones, liberaría valor de agua y gases y provocaría una ola. Sin embargo, ha añadido Morcuende, esta ola mediría unos 5 metros sólo en el entorno de la ruptura, para disminuir a medio metro a milla y media de ese punto y apenas 25 centímetros en la bocana del puerto de Tazacorte.
Hoy la calidad del aire es "razonablemente buena" y previsiblemente mañana será aún mejor y en ningún momento se han superado los umbrales de calidad especificados para las partículas en suspensión.
Blanco ha detallado que en las próximas 36 horas habrá un escenario favorable para la operatividad en los aeropuertos canarios porque los vientos arrastrarán el penacho de gases en dirección norte, aunque también ha señalado que la caída de ceniza afectará más a la vertiente sur de La Palma y no se descarta que llegue ceniza fina a La Gomera y El Hierro.
La emisión de dióxido de azufre ha alcanzado las 6.876 toneladas diarias, y de 1.837 toneladas en el caso del dióxido de carbono.
La sismicidad ha aumentado en las últimas horas, con el movimiento de mayor intensidad fijado en magnitud 4,1, pero los terremotos se siguen localizando a gran profundidad, del entorno de los 25 kilómetros.
La lava ha afectado ya a una superficie de 492,75 hectáreas, es decir 20,9 hectáreas más que ayer, y hoy no se descarta que en una nueva medición aumente la anchura de la colada, que el viernes seguía situada en 1.250 metros.
Mientras, 225 personas continúan alojadas en un hotel en Fuencaliente tras ser evacuadas de sus viviendas desde el comienzo de la erupción.