Los huertos urbanos están dando mucha vida en nuestra comunidad. En Collado Villalba, disfrutan de sus alimentos y de su tranquilidad 96 vecinos.
Entre cebolletas y patatas, Margarette nos enseñan un calabacín de dos metros.
Antonio puede volver a mimar la tierra “hay que cuidarla y animarla mucho y cultivarla”.
A Pilar se lo ha devuelto todo porque “vivo sola y venir aquí me da mucha felicidad”.
En todo el recinto como máximo puede haber 18 personas. Unas medidas de seguridad que no impide que vuelvan a abrir con alegría para ellos.
96 huertos en el que trabajan mayores de 65 años, personas con discapacidad y en riesgo de exclusión social. Y todo con el fin de que disfruten con tranquilidad del arte de la vida.