El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, ha informado este sábado por teléfono a su colega ruso, Vladímir Putin, de que la situación se está estabilizando en la república centroasiática, escenario de violentos disturbios en los últimos días.
"El presidente de Kazajistán informó en detalle sobre la situación creada en el país y destacó que está evolucionando hacia la estabilización", informó el Kremlin en un comunicado.
Mientras, el exjefe del Comité de Seguridad Nacional (CSN) de Kazajistán, Karim Masímov, ha sido detenido por alta traición, según informó hoy dicho órgano en un comunicado oficial.
Masímov, que fue destituido el 5 de enero junto al resto del Gobierno, es el principal implicado en la investigación abierta tras los violentos disturbios que han sacudido la república centroasiática en los últimos días y que algunas fuentes consideran un intento de golpe de Estado.
Según el artículo 175 del código penal, Masímov, que ejerció el cargo de primer ministro antes de asumir en 2016 la jefatura del CSN, podría ser condenado a 15 años de cárcel.
La nota precisa que en el marco del mismo caso han sido detenidos otros individuos, aunque no especifica, como apuntan algunos medios, si se trata de otros altos funcionarios del CSN.
El 6 de enero Masímov participó en la reunión del Consejo de Seguridad encabezada por el presidente, Kasim-Yomart Tokáyev, tras lo que fue detenido.
El antiguo asesor presidencial, Ermujamet Ertisbaev, ha acusado al detenido de ocultar durante años la presencia de campos de entrenamiento, donde se habría instruido a los participantes en los actuales disturbios antigubernamentales. "Ese es un terrible crimen de Estado", dijo a la televisión pública.Otros analistas acusan abiertamente a Masímov de organizar un golpe de Estado con la ayuda de mercenarios procedentes de Afganistán y Oriente Medio.
Tokáyev daba este viernes la orden expresa de "disparar a matar" sin previo aviso contra los participantes en los disturbios en la antigua república soviética que ofrecen resistencia a las autoridades.
Este sábado destacó que, gracias al despliegue de tropas por parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la alianza militar postsoviética, las autoridades han podido enviar más unidades a la antigua capital, Almaty, epicentro de la violencia.
Varias decenas de personas, incluidos 18 policías, han muerto en las mayores protestas en 30 años de independencia, según las autoridades.
Las protestas estallaron a principios de año de manera pacífica debido a la subida de los precios del gas, pero desembocaron en violentos disturbios en varias ciudades del país bañado por el mar Caspio.
Incomunicados, sin internet
Debido a los cortes de internet y a los problemas en la red de telefonía móvil, los kazajos no pueden comunicarse con sus familiares en otras partes del país.
"Mi hija fue a Almaty hace dos días, pero no puede volver. Esta en las afueras de la ciudad con su abuelo, sin moverse. No hay nada que podamos hacer", señaló.
Svetlana tampoco ha podido sacar dinero en los cajeros de su barrio, pero porque están todos vacíos."En los supermercados las estanterías están vacías. No hay ni pan, ni leche, ni patatas. Hasta las bebidas alcohólicas se han terminado, sólo hay cerveza sin alcohol", comentó en Facebook.
También hay problemas para encontrar papel higiénico, algo que ya ocurrió cuando estalló la pandemia del coronavirus.Aunque los kazajos condenan la violencia, también critican la gestión de la crisis por parte de Tokáyev, además de su decisión de solicitar la ayuda militar de Rusia y de otros países para sofocar la revuelta.
Por otro lado, Estados Unidos ha autorizado a los funcionarios no esenciales y a las familias de todos los empleados abandonar el consulado en Almaty, la antigua capital kazaja.