El barrio Entre Ríos del Lardero (La Rioja) ha rendido este domingo un multitudinario homenaje en recuerdo a Álex, el niño de 9 años asesinado en esta zona el pasado jueves, en una concentración en la que uno de sus familiares ha recalcado que este crimen "se podía haber evitado".
En el acto, celebrado en el parque del que desapareció el niño y a la que han asistido varios miles de personas, ha acudido Gonzalo Martín, tío abuelo de Álex, quien ha expresado el "agradecimiento eterno" de la familia por el apoyo ciudadano mostrado estos días.
El hombre de 54 años detenido por la muerte de este niño y que estaba en libertad condicional desde 2020 ha pasado este domingo a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Logroño, cuya titular ha decretado su prisión provisional comunicada sin fianza y ha sido trasladado al centro penitenciario de la capital riojana como presunto autor del homicidio.
En Lardero, los vecinos han querido acompañar a los familiares de Álex y muchos niños han depositado claveles blancos, peluches y dibujos infantiles junto a los columpios del parque situado en la plaza Entre Ríos, en una zona que cuenta unos 4.000 habitantes, la mayoría familias jóvenes con hijos pequeños.
El arrestado, de nacionalidad española y vecino de Lardero, cumplía en agosto de 2023 una condena por el asesinato y agresión sexual a una joven agente inmobiliaria, ocurrido en la capital riojana en 1998, por lo que fue sentenciado a 20 y 10 años de prisión, respectivamente; y en 1993 fue condenado a 7 años de cárcel por otra agresión sexual, que quedó extinguida en mayo de 1997.
En declaraciones a los periodistas, Martín ha subrayado que este "asesinato" se podría haber evitado, porque, en los 19 meses que han pasado "desde que este individuo salió de la cárcel, la justicia podría haber hecho algo".
"No se puede dejar en la calle a un asesino después de matar a una agente inmobiliaria y violar a una niña de 13 años. Este hombre tendría que estar en la cárcel de por vida", ha recalcado. "A nuestro Álex no nos lo van a devolver, pero queremos que se pudra en la cárcel y no salga jamás", ha subrayado.
Ha censurado que, por "buen comportamiento", el presunto autor del homicidio de su sobrino nieto disfrutó de 39 permisos penitenciarios durante su última condena, en los que podría haber cometido algún crimen similar.
"Con este asesino suelto le ha tocado a mi sobrino, pero le podría haber tocado a cualquier niña porque también intentó llevarse a algunas", ha lamentado.
Por ello, ha urgido al Ministerio del Interior a "solucionar" este tipo de crímenes para que Álex "sea el último y no haya más", pero que se resuelva este asunto antes de que se convoquen elecciones.
Martín ha indicado que los padres de Álex, quien tenía un hermano, están "matados", al igual que los abuelos, quienes se sienten "derrotados".
Ha recordado al pequeño "como un encanto de niño, una preciosidad, cariñoso, dinámico, alegre, hacía teatro y le gustaba mucho Halloween", de hecho, el día de su muerte estaba disfrazado de la "niña del exorcista". "No era un niño confiado y tenía fobia a los perros", ha subrayado, por lo que ha descartado que se fuera engañado con su presunto homicida para ver unos pajaritos u otros animales.
"Fue todo en cuestión de un minuto. Sus padres estaban en todo momento pendientes de sus hijos, no se lo llevó por un despiste de sus padres, que están totalmente dedicados a sus dos hijos", ha indicado.
Ha precisado que la familia de Álex vive en otra zona de Lardero, situada a unos 2 kilómetros, por lo que no eran conocedores de que había habido intentos de rapto de niñas en esa zona los días anteriores, según explicaron varios testigos tras el crimen. "Tenía solo 9 años, pero Álex se nos ha ido como un hombre porque ha luchado contra un asesino y ha perdido la batalla", ha indicado.
Martín ha dicho que no se sabe cuándo se podrá celebrar el funeral del pequeño porque, ha agregado, se ha declarado secreto de sumario.
En la concentración se ha guardado un minuto de silencio, tras la que los asistentes han arropado a la familia de Álex con unos prolongados aplausos.