La concentración y fusión de bancos en los últimos años ha llevado a que muchas sucursales bancarias hayan cerrado. Eso se traduce, a su vez, en que cada año el número de cajeros vaya disminuyendo. A pesar de todo, el año pasado se utilizaron más y con más frecuencia, aumentando el uso del efectivo.
En concreto, durante los primeros nueve meses del año 2021, usamos un 21% más los cajeros si lo comparamos a datos del año anterior, aunque hay que tener en cuenta que en 2020 tuvo lugar el confinamiento durante unos meses por el coronavirus.
Lo que sí es cierto es que cada vez hay menos cajeros, pero cada vez se realizan en ellos más operaciones bancarias. Una tendencia que se mantiene mes a mes y que ya se sitúa en niveles pre-pandémicos.
Y aunque durante la pandemia se ha recomendado el uso de tarjeta, son muchos los españoles que siguen prefiriendo el pago em efectivo.
De hecho, según el Banco de España, nueve de cada diez españoles defienden que se mantenga el efectivo como método de pago, porque así controlan más y mejor lo que gastan.