La instalación de contadores individuales para este invierno descubre que muchos vecinos colocaron más radiadores sin permiso. Para detectarlo, los contadores o repartidores de costes calculan el consumo de cada vecino y señalan si se habían colocado radiadores más grandes, de mayor potencia o más por diferentes zonas de la casa.
Instalar más radiadores de los permitidos cuando se tiene calefacción central implica que "la caldera se puede quedar pequeña para un edificio" y aumenta el gasto de los vecinos: "Si la caldera tiene que hacer más rendimiento, puede estropearse, funcionar peor o fallar", explica el instalador de contadores.
Además, los radiadores con válvula termostática permiten que algunos vecinos puedan aumentar la temperatura y elevar el gasto general. "Cada radiador se calcula por los metros cuadrados que tiene que calentar por la habitación en la que está", explica.
Ignacio Bati, de Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción, declara que "todo el mundo tiene la obligación de poner contadores, ahora también los edificios de menos de veinte viviendas tienen que tenerlos".
"Al instalar los repartidores de costes, se sabrá si alguien ha quitado radiadores o colocado más. El objetivo es que cada uno pague por su consumo real de calefacción".