Francis, Francisco de Pablo Páez, de 33 años y vecino del madrileño barrio de Hortaleza, desapareció tras salir de su casa el pasado 21 de marzo. Ahora, casi un año después, su madre exige que se investigue su móvil y denuncia que no se ha interrogado a sus amigos.
La familia declara que, días antes de su desaparición, Francis escribió por WhatsApp a un amigo, preocupado, por haber sufrido un robo "de un paquete con droga valorado en miles de euros". Juani declara que "no sabemos absolutamente nada, ni si está vivo, no sé por qué se niegan a rastrear su móvil y cuánto más tiempo pase más difícil será la búsqueda y qué pasó ese día".
"Pido a la jueza que mire ya el móvil, que se ha ofrecido gente a hacerlo y desde el juzgado no", expresa, "si está vivo como cree que la jueza, que me lo demuestre con una foto fechada de mi hijo para que podamos descansar".
Según cuenta Juani, tras tres denuncias, no autorizan a la jueza analizar las llamadas entrantes y salientes del móvil durante los días previos a su desaparición y tampoco la geolocalización del lugar en el que se pagó el dispositivo esa misma tarde.
"Una persona que se va se prepara o se lleva una maleta, además él tenía perros a los que adoraba y se fue solo con las llaves y sus amigos dicen que no se fue de forma voluntaria", añade. "Él no ha dicho que tuviera miedo y de esas cosas conmigo él no hablaba".