La mujer llevaba trabajando como repartidora, autónoma, desde octubre del año pasado . A mediados de enero supo que estaba embarazada y que ese embarazo era de riesgo. Consultó su caso al sindicato Free Riders y decidieron remitir un burofax a Glovo para pedir un cambio que no le obligara a estar tantas horas en la bicicleta.
La respuesta llegó tres días después y le comunicaron que ya no contaban con ella. La empresa alegó un uso fraudulento de su cuenta de trabajo y en ningún caso se achacó a su embarazo. Algo que no se creen desde el sindicato, entre otras cosas porque nunca le habían dicho nada sobre ese asunto relacionado con su cuenta. Ahora quieren que ese cese se considere un despido nulo, pero al no estar contratada por la empresa la situación se complica.
Con Alejandra de la Fuente, fundadora de la web Mierdajobs analizamos las diferentes versiones sobre este asunto.