Rascafría es un pueblo ubicado al norte de la Comunidad de Madrid que cuenta con una gran oleada de turistas en la época invernal con la llegada de la nieve. Las casas están hechas con materiales gruesos y la mayoría cuentan con chimeneas para soportar las bajas temperaturas que puede llegan a alcanzar los -2 grados en invierno. Pero además de paisajes de ensueño, Rascafría cuenta con una anécdota que pocos conocen, y que está relacionada con Cervantes, o mejor dicho, con su popular Don Quijote de la Mancha...
La clave está en la Avenida del Paular
Para conocer los edificios y mercados más turísticos de Rascafría tenemos que recorrer la avenida de El Paular. Esta avenida recorre todo el pueblo desde el centro hasta la comarcal 604. En mitad de la avenida había una olma que recibía distinto nombre según la dirección desde donde se veía. La avenida recibe el nombre del Monasterio de el Paular que se encuentra en el centro de Rascafría.
El monasterio de El Paular perteneció a la orden de los Cartujos hasta 1836 y es la joya turística de la zona. La orden lo perdió con la desamortización de Mendizábal. El monasterio tiene un estilo arquitectónico muy variopinto con una mezcla gótica con estilo románico y barroco. En su interior cuenta con un retablo de alabastro y 52 cuadros que cuentan la historia de los monjes cartujos.
El puente del perdón es uno de los puntos emblemáticos y más turístico de toda la avenida. En la edad media servía para perdonar o sentenciar a los reos, personas acusadas de delitos, y de tránsito para los monjes del monasterio que iban al molino de papel. El molino de papel fue muy importante para realizar muchos libros, entre ellos destaca la primera edición de El Quijote de Miguel de Cervantes.