Siria exhibe en sus cicatrices la genealogía de más de 2000 años de invasiones, guerras santas y resistencias heroicas.
Cómo era el país antes de la guerra; qué sucedió durante la última década de terror; y qué brota de sus ruinas para resurgir nuevamente.
A bordo del Galeón viajamos con Pío Cabanillas, cuyo currículo profesional es abrumador. Ha sido muchas cosas, pero nunca ha dejado de ser viajero y fotógrafo. Ha realizado varias publicaciones y exposiciones. Y, en una de ellas, nos ha maravillado con fotografías en blanco y negro de esa Siria previa a la guerra.
Siria no se entendería sin su dialéctica de muertes y renacimientos, ni la historia de la Humanidad habría sido la misma sin la influencia de sus desgracias. Si hay alguien que ha dedicado su vida a tratar de entender todo lo que allí ha pasado y sigue pasando es Pablo Sapag, profesor de la Universidad Complutense y periodista, autor de “Siria en perspectiva,” (Ediciones Complutense 2019) y que ha entrevistado en Damasco a Bachar al-Assad.
Antes de la pandemia, el turismo había empezado a regresar a Siria. Una de las primeras viajeras en regresar al país es Esther Estany, que quiso observar con sus propios ojos qué quedaba de ese lugar que conoció mucho antes de que Alepo fuese el nombre de una batalla.
Queremos dedicar la travesía de esta semana a Mohamed Shubat, (cuyo testimonio sirve de hilo conductor del programa), y a los casi seis millones de refugiados sirios que hay en el mundo, de los cuales, casi la mitad son niños, y más de la mitad vive en condiciones de pobreza.