El remedio frente al síndrome postvacacional, como ocurre muchas veces, está en prevenir su aparición. En este sentido se pueden intentar diversas medidas. El periodo vacacional permite una libertad que no se tiene en otros periodos del año.
Ahora bien, como señala Fernando Miralles, Profesor de Psicología en la Facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo, “mantener cierto horario nos permitirá que sigamos con un cierto biorritmo. A medida que se acerca el fin de las vacaciones, una vuelta progresiva, aunque no sea completa, a la rutina habitual puede favorecer que ese cambio no resulte dramático ni catastrófico”.
Tampoco podemos interpretar las vacaciones como lo bueno y el trabajo lo malo. Al respecto el profesor Fernando Miralles añade “no se puede estar deseando las vacaciones durante una mitad del año y lamentarse de que se hayan acabado durante la otra mitad”.