Los continuos avances en el conocimiento y la tecnología obligan al mismo tiempo a reflexionar sobre sus posibles consecuencias para el hombre y su medio ambiente.
La disciplina de bioética como puente de unión entre las ciencias y las humanidades, entre la ciencia y los valores, supone una herramienta muy valiosa que ayuda a resolver los dilemas éticos que surgen en la práctica médica.
Como apunta en Fórmula Salud el doctor Tomás Chivato, decano de la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo y miembro correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina, “disponemos de comités éticos no sólo en la asistencia médica sino también en la investigación clínica que decide lo que se puede y lo que no se puede hacer en esa área.
Por ejemplo, no se puede clonar a un ser humano, no es éticamente aceptable. De igual forma hay comités éticos en investigación animal para que el daño sea el menor posible y así, por ejemplo, no se puede experimentar con especies como el orangután o el gorila”.