La sal es un condimento indispensable en nuestra cocina. Sin pasarse, aporte un toque de sabor increíble a nuestras recetas, como a los guisos, la carne o cualquier plato en general. Pero hablando de carnes, ¿cuándo es más conveniente echar la sal a la carne?
Para respondernos a esta pregunta alimentaria está con nosotros nuestra nutricionista Beatriz Robles, que nos confirma que la solución correcta es… ¡Antes!
“La opción ideal es salar la carne unos 40 minutos antes de cocinarla. Al echar la sal se produce un efecto que se conoce como ósmosis: se tienden a igualar las concentraciones donde hay más y menos sal”, nos explica la nutricionista.
De esta manera, si hay más sal en la superficie, lo que ocurre es que va a salir agua de la carne para tratar de igualar la concentración de sal de dentro y de fuera de la carne, por lo que va a salir agua.
“A los 10 o 15 minutos, esa agua que ha salido, mezclada con la sal, va a romper las fibras musculares y estas fibras absorben todavía más humedad”, añade Beatriz. “A los 40 minutos esa absorción de humedad es máxima y tenemos una carne superjugosa”.
Sin embargo, en el caso de no disponer de suficiente tiempo, Beatriz nos recomienda salar la carne justo después de cocinarla, porque “si lo hacemos solo unos minutos antes de cocinar, esa agua que sale de la carne va a reducir la temperatura y se cocería y no estaría tan rica”.