Niña prodigio, estrella de cine, cantante de éxito en España… Pero si hay algo que marcó la carrera de Rocío Dúrcal fueron las rancheras, de ahí que recibiera el título de “reina de las rancheras”.
En 1977, a sus 33 años, Rocío Dúrcal aterrizó en México. El éxito de la artista fue inmediato y arrollador. Apadrinada por Juan Gabriel, se convirtió en toda una estrella: una española cantando rancheras que llegó a compartir escenario, entre otros, con Roberto Carlos, El Puma y Alejandro Fernández.
Y eso que hubo quien le advirtió “de que eso de las rancheras no le iba a funcionar”, tal y como nos cuenta el actor Juanjo Artero. “Pues mira si le funcionó”.
“De repente, en esta profesión, surge un éxito y da igual el tiempo que lleves cantando otro tipo de canciones. En este caso ha sido cantar las rancheras y todo funcionó maravillosamente bien. El público ha reaccionado muy bonito conmigo”, confesó en su día la propia Rocío.
Con las rancheras, un género puramente mexicano y ligado con los mariachis, Rocío Dúrcal llegó a marcar un estilo propio. “Aunque no tenía el acento totalmente mexicano, diluyó el acento español que tenía y entonaba muy bien las rancheras”, cuenta la periodista mexicana Patricia Alvarado.
Largas giras, conciertos multitudinarios, discos de oro y de platino… Día a día, el reinado de Rocío en México se hacía más grande e, incluso, se imagen llegó a aparecer en un billete de lotería. Pero no todo era trabajo: también había tiempo para la diversión. “Las dos éramos muy pícaras”, recuerda la cantante Ángela Carrasco.