Estamos en temporada alta de cardo. Durante estas dos semanas de Navidades se consume casi toda la producción de esta verdura y Goyo, que cultiva esta variedad en su huerta de Getafe, no da abasto. Es el único que cultiva el cardo enterrado en toda la Comunidad de Madrid. Su familia lleva un siglo dedicándose a esta labor.
Durante mes y medio o dos meses, permanecen enterrados para evitar que se pongan verdes y amarguen. La forma de enterrar y controlar el momento exacto de la maduración son clave para conseguir el sabor perfecto. Los más grandes pueden allegar a medir dos metros y a alcanzar un peso de 20 kilos.
Cocinarlo también tiene sus misterios y Mari, la mujer de Goyo, nos enseña todos los trucos para que queden tiernos y dulces. Lo tradicional es prepararlos con un majado de almendras pero en esta ocasión nos enseña una receta con gambas.