En estos momentos se está investigando el teléfono de la víctima en busca de pruebas. Lo primero que descartó la Guardia Civil es que se tratara de un robo puesto que el teléfono de la víctima se encontraba en la escena del crimen.
La víctima tenía un círculo muy amplio de amistades y la hipótesis a día de hoy es que se trata de un caso personal, sin descartar otras hipótesis. El ataque se produjo en unos diez minutos y hubo un forcejeo muy fuerte entre la víctima y el agresor o agresora. Así nos lo explica Ángel Moya, periodista experto en sucesos.