Miden unos tres centímetros, actúan en procesión y pueden llegar a provocar graves problemas en la piel y en los ojos, en ocasiones con pronóstico grave. En países como Francia ha habido casos en los que han causado hasta la muerte.
El Ayuntamiento de Madrid está retirando, de media, entre 600 y 700 nidos diarios. El cedro y el pino son los árboles preferidos de estos insectos. Y es que la procesionaria puede provocar urticaria, shock anafináctico e incluso la defunción.