La central nuclear de Chernobyl sufrió en abril de 1986 el mayor accidente nuclear de la historia. Una explosión en el reactor número 4 causó la muerte directa de 31 personas y una catástrofe mediambiental de proporciones gigantescas. La radiación expulsada por materiales tóxicos fue 400 veces superior a la liberada por la bomba de Hiroshima en la Segunda Guerra Mundial.
Tras ello, cientos de miles de personas fueron evacuadas y la contaminación afectó a millones de personas causando enfermedades como cáncer o malformaciones en bebés.
La población más cercana, Pripiat, a 4 km. de la central y de unos 50.000 habitantes, fue completamente desalojada y hoy es una ciudad fantasma que se puede visitar gracias a curiosos paquetes turísticos, aunque con cautela, puesto que todo está impregnado de radiactividad.