En Madrileños por el mundo hemos visitado Cabo Verde, un país muy joven, que se independizó en 1975, y está formado por un archipiélago de 10 islas de origen volcánico. La temperatura media es de 24 grados todo el año, y el turismo, su motor económico.
Hasta bien entrado el siglo XVI las islas estaban deshabitadas, especialmente porque en ellas no había agua potable. A partir de la colonización portuguesa, el comercio de la sal trajo actividad a las islas y comenzaron los primeros asentamientos.
La historia de las islas está marcada por un periodo oscuro: el de haber sido el primer y último mercado de esclavos, por su ubicación estratégica en las rutas marítimas entre África y América.
El principal motor económico de las islas es el turismo, que se ha potenciado en los últimos años por susplayas vírgenes y la competitividad de sus precios y de sus salarios. Importantes inversiones internacionales, especialmente de cadenas hoteleras, se han radicado en las islas, generando numerosos puestos de trabajo y una importante economía de servicios. La innovación en la desalación del agua también ha hecho posible la aceleración del crecimiento.
Los volcanes de las islas están activos, y en 2014 se produjo la última erupción. Aunque haya sido un episodio devastador para algunas zonas, los pobladores continúan volviendo, porque los restos de lava y ceniza fertilizan las tierras aledañas.