El museo de Gutenberg se abrió en 1900, para recordar al vecino más ilustre de Mainz y creador de la imprenta. Dentro del museo se puede ver una recreación del taller en el que trabajaba Gutenberg. Hasta la invención de la imprenta, eran los monjes los que se encargaban de copiar los libros a mano. Una tarea que podía llevarles hasta diez años por libro.