El pueblo de Saint-Lizier está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Francia y sus construcciones combinan la madera y la piedra con las típicas contraventanas de la zona de los Pirineos para protegerse del frío y del viento.
El alcalde de esta localidad, Michel Pichan, ese además el jefe del Servicio de Reanimación del Hospital de Sant Joan.
Con él hemos podido entrar en el Ayuntamiento de Saint-Lizier y conocer su despacho desde donde tiene unas fantásticas vistas a Los Pirineos.
Seguimos caminando por este bonito pueblo y nos encontramos con su calle más antigua donde hay casa del siglo XVII.
Su catedral, conocida como 'la Capilla Sixtina de Ariège', fue construida con piedras de la necrópolis romana y está decorada con grandes gárgolas como la famosa Catedral de Notre Dame de París.
Pero una de las cosas más curiosas de Saint-Lizier es que posee la farmacia más antigua de Los Pirineos, del siglo XVIII, donde además de tener una gran botica, se realizaban operaciones quirúrgicas.