Santi estará con la gente de la escuela musical viajera, unos chicos amantes de la música que cada tarde acuden a un pueblo a tocar su música. Aprenden música con instrumentos tradicionales para intentar recuperar sonidos que se han perdido y fomentar el uso de estos, ya que están en grave peligro de extinción. Nos enseñan la gaita serrana que se tocó en la Sierra de la Cabrera durante muchos años y que desapareció en la década de los cincuenta. Nos cuentan que les gusta que los mayores y los jóvenes compartan tiempo y diversión, bailando, cantando y tocando y así promover la música autóctona de la sierra. Y nos dedican un pequeño concierto para enseñarnos cómo suena cada uno de los instrumentos.
Visitamos después a Queta, vecina del pueblo y jotera. Nos sentamos en la cocina y mientras Luis, integrante de la escuela musical viajera, afina su guitarra, Queta nos cuenta que llegó al pueblo con 8 años y la adoptaron los molineros del pueblo. Ella llegó a ser molinera y está encantada con su pueblo y no quiere saber nada de Madrid. Por fin escuchamos cantar a Queta una de las jotas que se sabe y quedamos encantados.