Fernando llega hasta el circuito de karts de Pedrezuela donde le espera Ángel Burgueño, ex-piloto de carreras profesional. Lo primero que hacen es probar el circuito echando una carrera, para luego ir a conocer el restaurante propiedad también de la familia.
Hace 30 años el padre de Ángel decidió montar un restaurante a las afueras de Pedrezuela, completando el negocio con una propuesta de ocio como son los karts. Mientras que Ángel se dedica al circuito y a la escuela de pilotaje, su hermano Josue es el encargado de la restauración. A los mandos de la cocina se encuentra la matriarca del negocio, Toñi, quien nos prepara algunas de las especialidades de la casa.