Robregordo cuenta con un único bar que solo abre unas horas al día por la tarde. Santi se “cuela” en este rincón para hablar con algunos de los hombres del pueblo y preguntarles dónde se puede pasar la noche en Robregordo. Nada mejor que la casa rural, El Bulin, que gestiona Gustavo. Los apartamentos rurales se encuentan en lo que era el antiguo establo en dónde los ganaderos de Robredordo guardaban el semental del pueblo. Además, Gustavo nos enseña la antigua fragua con alguna de las herramientas de toda la vida.