Torrelaguna, situada al noreste de la Comunidad de Madrid, a 60 kilómetros de la capital, cuenta con cerca de 5.000 habitantes, y es una de las localidades con más historia de la región.
Ligada al cardenal Cisneros, en ella conviven palacetes y edificios históricos solariegos de los siglos XVI y XVII con un entorno natural privilegiado, que estuvo vinculado a la agricultura y la ganadería.
En Torrelaguna vivió San Isidro y por ella pasa el camino Mendocino, que se une después al camino madrileño de Santiago. Por su tranquilidad y entorno acoge a artesanos de la madera o del vidrio, entre otros.
Una rica gastronomía y la oferta hostelera hacen de la localidad una de las más apetecibles de la Comunidad de Madrid.