Cubos de agua para evitar que las llamas lleguen a sus casas. Esa fue la primera reacción de los vecinos de Moaña, en Pontevedra tras declararse un incendio este lunes. Ya ha sido estabilizado y se calcula que el fuego ha arrasado 20 hectáreas.
Las pérdidas por la virulencia de los incendios de este verano en España son cuantiosas. El Consejo de Ministros ha declarado este martes zona catastrófica los territorios afectados por el fuego.
Alicante y Castellón miran desolados el paisaje: 32.000 hectáreas calcinadas. Los vecinos evalúan ahora los daños a la espera de las ayudas económicas y las indemnizaciones de los seguros.
Este 2022 se convierte en el segundo peor año del siglo en superficie arrasada por las llamas.