El trabajo infantil sigue siendo una realidad "muy dura" a nivel mundial ya que 160 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajan, uno de cada diez menores en el mundo, lo que lleva a las organizaciones sociales a exigir una acción conjunta urgente de todos los gobiernos para abolir esta lacra.
Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio desde 2002, las entidades que trabajan con infancia denuncian que casi la mitad de esos menores (97 millones de niños y 63 de niñas) realizan trabajos que ponen en riesgo su salud y sus vidas.
Detectan además un alarmante incremento del trabajo infantil en la franja de 5 a 11 años y alertan de que el riesgo de trabajo infantil en contextos de crisis humanitarias y conflictos es tres veces superior a la media mundial.
Desde las ONG, lamentan que los avances para acabar con esta realidad se hayan estancado. De hecho, alertan de que se ha invertido la tendencia hacia su eliminación: entre 2000 y 2016 cayó a 94 millones el número de niños que trabajan en el mundo.
Sin una acción colectiva internacional urgente, la cantidad de niños que trabajan en vez de estudiar se irá reduciendo muy poco, sostienen las organizaciones, que son pesimistas con el objetivo de erradicar el trabajo infantil en todas sus formas en 2025