La Dana que atravesó ayer martes gran parte de España se ha cebó especialmente con la provincia de Toledo, donde se contabilizaron más de 500 incidencias.
En Toledo capital, la lluvia y el barro anegaron la carretera que da acceso al polígono, en el entorno del hospital. Los efectos de la tormenta obligaron a interrumpir la línea de alta velocidad que une Toledo con Madrid.
En el día después del desastre, no se ha parado de achicar agua y barro en comercios, viviendas y calles.
La peor parte se la han llevado los vecinos de municipios como Polán, Guadamur y Cobisa que vivieron auténticas escenas de pánico al ver como la riada se llevaba por delante coches, muros, mobiliario urbano y hasta casas enteras. Ni los mayores del lugar recordaban algo así.
Los daños materiales son cuantiosos no solo en Toledo, sino también en zonas de Castellón, Tarragona y también la Comunidad de Madrid. Afortunadamente, no hay que lamentar daños personales.