Se llama Enrique, tiene 82 años y es uno de los inventores del momento. Ha creado una máquina que produce, se puede decir, vida. Genera agua de la nada y puede trabajar a más de 40 grados de temperatura, por ejemplo, en pleno desierto. Su objetivo: ayudar a quienes no tienen acceso al elemento más preciado del planeta.
En el campamento de refugiados del Líbano no daban crédito. Ven como una máquina les daba agua de la nada. Su inventor es español. Un ingeniero jubilado cuyo deseo es dar acceso al agua a quienes más lo necesitan, como Namibia.
Su invento es capaz de generar agua del aire, simplemente replicando lo que hace la propia naturaleza cuando se genera lluvia.
Con su máquina se puede fabricar agua hasta en el propio desierto, con temperaturas superiores a los 40º y una humedad del 15%.
Más de dos millones de personas en todo el mundo no tienen acceso al agua.