El director francés de origen griego Konstantinos Costa-Gavras ha agradecido al Festival de San Sebastián el Premio Donostia que hoy ha recibido, "un premio precioso para un cineasta" que, como él, lleva más de cincuenta años en activo.
"Es un honor enorme, no es de los grandes premios conocidos, pero para un cineasta, esto es un premio precioso", ha dicho en castellano el realizador, que ha compartido con el público que llenaba el auditorio del Kursaal la confidencia de que "quería hablarles de su emoción, y darles las gracias", pero "no se le ocurría nada".
Los actores de su último filme, 'Adults in the Room', que se proyectó nada más terminar la ceremonia con todo el aforo vendido, acompañaron al director en el escenario y le agradecieron sus películas, tan necesarias "antes como ahora y siempre", ha dicho el protagonista de la cinta, Christos Loulis.
En la película, basada en el libro homónimo del exministro de Finanzas griego, el cineasta convierte en una farsa la tragedia de la crisis de la deuda griega y relata la negociación del Gobierno de Syriza con las instituciones europeas a partir de su victoria electoral en 2015.
Una cinta que desvela los entresijos de las reuniones a puerta cerrada, con mentiras y puñaladas minutos antes de comparecer en ruedas de prensa a las que Varufakis asiste atónito.
Pese al tono de farsa, el político griego aparece como una especie de héroe en lucha contra el "establishment": el FMI, la troika, Berlín. El "outsider" que llevaba desde el primer día en el Gobierno su dimisión preparada en el bolsillo.
Ganador de dos premios Oscar, el de mejor película de habla no inglesa en 1969 con "'Z', y el de Mejor guión adaptado en 1982 con 'Desaparecido' (Missing), Costa-Gavras no pudo estudiar en la Universidad de su país de origen porque su padre, colaboracionista en la resistencia contra los alemanes, fue declarado comunista por el régimen griego.
De ahí que a los 19 años de edad se trasladase a París, y en la Universidad de La Sorbona se licenció en Literatura.
Su fascinación por el cine le llevó a formarse en la que sería escuela oficial de cine francesa, el Institut des Hautes Etudes Cinematographiques.