Son las microempresas las que están teniendo más dificultades. No pagar el alquiler durante el confinamiento les metió en la lista de morosos. Cuando reanudaron la actividad han facturado menos de lo previsto y siguen estando en números rojos.
Es la realidad que vive el pequeño comercio, que durante la pandemia se denominó 'no esencial'.
Los ejemplos de Luis y de Joan
Luis regenta una tienda de arreglos de ropa. Cosiendo todo el día, no gana lo suficiente para poner al día sus cuentas.
Arrastra una deuda con su casero. Durante el confinamiento no trabajó y tuvo que dejar de pagar el alquiler.
La industria textil, junto a la construcción, son los sectores que más se han endeudado.
Joan trabaja en una juguetería y artículos de fiesta. Siguen arrastrando la falta de ventas durante la pandemia. No había reuniones, ni se celebraban cumpleaños. Su caso es el de muchos pymes con una actividad no esencial.
Y es que la demora en el pago de facturas incide, especialmente, en las empresas de menor tamaño, que tienen mayores dificultades de acceder a un crédito. Muchas han tenido que cerrar. Es complicado pagar suministros y proveedores.
La previsión del Cepyme es que en los próximos meses aumente aún más la morosidad empresarial.