Solo este sábado un total de seis bañistas fallecían por ahogamiento en diversas playas españoles, cinco de ellos en Levante y el sexto en Cantabria. Además, en la Comunidad Valenciana, un joven de 19 años perdía la vida en un embalse mientras se bañaba.
Las muertes por ahogamiento en lo que va de año superan ya en España a las registradas en todo el 2021.
Aumentan las muertes por ahogamiento
269 personas han muerto ahogadas desde el 1 de enero. Entre las posibles causas se barajan el fin de las restricciones de movilidad, el calor y la falta de cultura acuática.
En las ultimas 48 horas se han contabilizado diez víctimas mortales por ahogamiento. En lo que va de año son ya 269, nueve más que las que murieron en todo el año pasado.
La Federación Española de Salvamento y Socorrismo es la única entidad que lleva el recuento mensual de ahogados, y subraya que el fin de las restricciones ya anticipaba un verano de mayor riesgo en piscinas y playas y más afluencia de visitantes a las costas.
Este riesgo se ha incrementado, porque este año el verano ha empezado antes y con temperaturas más altas, lo que anima a combatirlas metiéndose en el agua.
La responsabilidad de los bañistas también influye mucho. Una de cada tres personas ahogadas tenían más de 65 años y las autoridades recomiendan no bañarse solo si tienen alguna patología.
La percepción del riesgo y el respeto al mar pueden hacernos bajar la guardia. De las víctimas de julio, siete se ahogaron en el norte de España, donde las olas son más grandes, mientras que la cifra sube a 37 en el Mediterráneo, que es percibido como más seguro.
La gran mayoría de las personas ahogadas no eran españolas. Ocho de cada diez eran hombres, y siete de cada diez perdieron la vida en lugares sin vigilancia.