Las cocinas fantasma proliferaron en la capital, y en muchos otros sitios de España, durante la pandemia para servir comida a domicilio. Las asociaciones vecinales han declarado la guerra a estos establecimientos por los problemas que les generan.
"Tenemos constancia de que hay más de una decena de localizaciones y cada localización tiene a su vez quince, veinte y hasta treinta cocinas" dice Vicente Pérez, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid.
Los principales problemas que ocasiona a los vecinos son, explica Vicente Pérez a Telemadrid, "malos olores, ruido, problemas de movilidad en la calle, las motos en la aceras, los camiones de suministro, las discusiones entre los riders y los vecinos, la vibración de las chimeneas, contaminación atmosférica... etc"
La Federación está en negociaciones con el Ayuntamiento de Madrid para buscar una solución. Han planteado al consistorio que las cocinas "tienen que estar en los polígonos industriales, es su sitio y si están en zonas residenciales tiene que ser con normas muy muy restrictivas"
"A fecha de hoy lo que hemos conseguido del ayuntamiento es muy muy insatisfactorio", afirma Vicente Pérez. La última polémica con las cocinas fantasma es la que afecta a la del chef Dani García en Tetuán.
De momento el Ayuntamiento no concede nuevas licencias. "El ayuntamiento ha decretado una moratoria de un año, la moratoria acabará y se volverán a conceder licencias" explica Vicente Pérez, aunque, deberán cumplir nuevos requisitos establecidos por el consistorio como "un máximo de 350 metros cuadrados y en el interior una sala para el aparcamiento de las motos"
"Las cocinas que ya existen y tienen licencia de actividad, esas no van a cambiar", dice Vicente Pérez, "porque la licencia se les dio antes de la moratoria y las nuevas condiciones no les van a afectar"