Un brote de Ébola se ha cobrado más de 1.300 vidas en le República Democrática del Congo, entre ellos 85 agentes humanitarios. Se trata de la mayor y más letal epidemia de la enfermedad en la historia del país y la segunda en todo el mundo.
Allí trabajan tres madrileños de Médicos del Mundo intentando prevenir y controlar la infección en el primer sitio al que acude la población con síntomas. La ciudad más afectada es Butembo, donde trabajan Paloma y otros dos compañeros.
La epidemia no está controlada según advierta la Organización Mundial de la Salud, y milicias rebeldes y grupos armados han protagonizado más de 100 ataque a centros sanitarios matando a varios colaboradores.
Uno de los principales problemas de la población es que no reconocen la existencia de este brote.