Ratonera, un águila que ya no puede ser devuelta a la naturaleza actúa ahora como madre de acogida. Acepta a numerosos polluelos y les enseña todo lo que necesitan saber cómo aves rapaces antes de que se independicen, vuelen y cacen por sí mismos.
Una vez que puedan alimentarse sin ayuda, los polluelos pasarán a un volandero, en el que permanecen hasta estar listos para vivir solos.
Llegan hasta Ratonera después de ser rescatados por agentes forestales de los alrededores del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, de donde es necesario retirar los nidos para evitar que las aves impacten con los aviones.