Los restaurantes, bares y cafeterías de España son unos de los establecimientos más afectados por la pandemia y por la crisis de precios. El 70% se ha visto obligado a elevar los precios de los productos que ofrecen para hace frente a la inflación y seguir sirviendo alimentos de buena calidad.
Según una encuesta realizada por la app de reservas hosteleras 'The Fork', los españoles van a seguir yendo a restaurantes y pretenden gastar un 64% más durante el verano de lo que gastan el resto del año. El precio medio de una reserva oscila entre los 25 y los 35 euros por persona. Sin embargo, podía encarecerse en las próximas semanas.
Julia trabaja en un restaurante madrileño en Campamento y explica que "todo está mucho más caro" que el verano pasado: "Antes pagaba a 11 euros el saco de patatas y ahora está a 20 euros". Lo mismo ocurre con las facturas del local, "estamos pagando unos 700 euros más y no queremos subir el precio de la carta por miedo a dejar de tener clientes", lamenta.
Alimentos frescos como huevos y carne se han disparado en todos los puntos de venta: el pollo sube más de un 13%, el cordero un 11,5% y el cerdo un 7,2%. Algunos sectores como el avícola ya alertan de que en octubre podría haber desabastecimiento de pollo, lo que dispararía aún más el precio por la escasez.
La gastronomía es esencial en las vacaciones de los españoles y de los turistas internacionales y la encuesta demuestra que el 74% de los turistas saldrá de restaurantes de forma frecuente durante el verano, realizando entre una y tres reservas en restaurantes a la semana.
José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España, explica que "a los hosteleros nos cuesta mucho aplicar las subidas y vamos muy lejos de lo que nos suponen los costes, pero es inevitable que suban". Considera que, a pesar de que "estamos en un buen momento y el turismo en verano va a ser muy bueno", la subida de precios es "un problema muy serio que afecta a todos los ciudadanos".