Se dio a conocer vendiendo sandías a menor precio que las grandes superficies. A Carlos Moreno no se le acaban las ideas para hacer más fácil la vida al cliente, y al proveedor, abriendo su supermercado, La Trastienda, cuya máxima es beneficiar a todos los miembros de la cadena de valor.
Ahora, con 26 establecimientos repartidos en España, ha borrado la figura de los intermediarios. Por tanto, no tienen que pagar a terceros que muevan el producto desde el lugar de obtención hasta el punto de venta. Ese trámite se lo ahorran.
“La clave reside en la colaboración de todas las familias”, explica. Familias que negocian directamente con proveedores locales y se asegura una oferta de productos para su local. ¿Y los beneficios? Carlos Moreno asegura que a pesar de tener precios tan bajos, se mueven con un margen del “30 al 35 por ciento con respecto al precio de compra al proveedor”. En el caso de las sandías, que trajo la fama a Moreno, tras adquirirlas por unos 70 céntimos por kilogramo, les da salida por menos de un euro.
Un supermercado plagado de ofertas
Tras su fulgurante éxito con la venta de frutas y verduras, La Trastienda extendió su negocio a muchos otros sectores. En cuanto a las conservas, por ejemplo, presenta varias ofertas: dos latas de sardinas por 1,5 euros, mientras que en las grandes superficies suelen salir por ese precio de manera individual. También comercializan merluza y bacalao en salazón a cinco euros el kilogramo, un precio más propio de aquellos que van directos al mayorista.
Sin embargo, una de las grandes diferencias con respecto a los supermercados más conocidos se encuentra en el precio de la leche. En el caso de las grandes cadenas, los paquetes de seis unidades de litro suelen costar un total de 5,5 euros. Sin embargo, en los estantes de La Trastienda, estos paquetes de seis no pasan de 3,5 euros, un precio a todas luces más accesible.