La Comunidad de Madrid ha interpuesto las tres primeras multas a Viviendas de Uso Turístico (VUT) tras las sucesivas denuncias de las asociaciones vecinales del distrito Centro de la capital, ha informado la Federación Regional de Asociaciones Vecinales madrileñas (FRAVM).
La Dirección General de Turismo ha notificado sanciones con fecha 26 de octubre de 2021 por valor de 6.000 euros a tres pisos de ese distrito y la anulación de la inscripción de uno de ellos, ubicado en la calle Huertas, en el Registro de Empresas Turísticas, un requisito imprescindible para poder operar, señala en un comunicado la FRAVM.
Sanciones para disuadir
Estas asociaciones esperan que las sanciones sirvan de "elemento de disuasión para las empresas y propietarios que explotan, de manera irregular, este tipo de inmuebles residenciales", añade el comunicado.El origen de las multas se halla en las 984 denuncias contra pisos turísticos que la Asociación Vecinal de Sol y Barrio de Las Letras presentó en noviembre y diciembre de 2019 ante la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid por diversas infracciones con el fin de que iniciaran los preceptivos procedimientos sancionadores.
Un año y medio después, el pasado mes de junio, la entidad vecinal recibió los primeros 22 "comunicados de inicio de expediente" de la Comunidad de Madrid contra otras tantas VUT "por supuesta infracción de la normativa turística", un volumen que ahora se ha duplicado, lo que anticipa la llegada, en las próximas semanas, de nuevas multas, asegura la federación.
984 denuncias presentadas en 2019
Además de las 984 denuncias presentadas en 2019, las asociaciones vecinales de Centro denunciaron el pasado 24 de febrero ante la Policía Nacional a 36 pisos turísticos por albergar fiestas ilegales a pesar de las restricciones derivadas de la pandemia de la covid.
Según el INE, en el distrito Centro de Madrid se concentran unas 8.000 viviendas de uso turístico y casi todas ellas carecen de licencia y no pueden obtenerla porque incumplen los requisitos para ello de tal forma que funcionan de forma irregular y generan problemas de ruidos, suciedad e inseguridad para muchos vecinos, indica la federación.