"Sufrí mucha traición, sufrí maltrato psicológico y físico, yo viví un verdadero infierno allí"
El testimonio de dos jóvenes que han conseguido salir de una banda latina
Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid
TELEMADRID
Se acaba de presentar el informe de bandas latinas de la Comunidad de Madrid que ha realizado el Centro de Ayuda Cristiano. La información se ha elaborado con datos de adolescentes que han salido de las bandas.
El informe calculan que las bandas latinas están integradas por 2.500 jóvenes en la región y 500 de ellos tienen entre 11 Y 13 años. 1.200 miembros tienen entre 14 y 18 años y 700 son mayores de edad. Hay 50 grupos de Ñetas y Latin King y más de 80 grupos de Trinitarios y DDP, que son las bandas más numerosas en Madrid.
Las bandas latinas ingresan 9,6 millones de euros por robos, asaltos, y cuotas de los miembros al año, sin contar los beneficios por la venta de drogas. En los últimos dos años se ha notado un incremento de los menores que ingresan en esas bandas. La edad de entrada en la banda está disminuyendo y cada vez hay más chicas.
El testimonio de Jessica y Rafael
Elena Argandoña, reportera de Buenos Días, Madrid, ha estado con dos chicos que han conseguido salir del agujero de las bandas latinas: Jessica y Rafael, nombres ficticios para mantener el anonimato y preservar su seguridad. Ellos han dado en directo su testimonio, han contado su terrible experiencia como miembros de una banda latina
Jessica entró en una banda latina porque su pareja era miembro. Ella era menor de edad cuando empezó y ha visto cosas terribles, entre ellas cómo miembros de la banda apuñalaban personas. Cuenta que luego, por la noche, no podía dormir bien: "Cuando yo me acostaba venían los recuerdos y preguntarme qué habrá pasado con aquella persona, si tenía familia".
La vida de Jessica, durante el tiempo que estuvo en la banda, fue terrible: "Sufrí mucha traición, sufrí maltrato tanto psicológico como físicamente , yo viví un verdadero infierno allí". Jessica decide romper con todo eso "porque ya no aguantaba más, tenía muchas problemas, no aguantaba más esa situación".
Rafael fue rey de una banda latina: "Decidí romper porque yo un día di la cara por ellos y ellos nunca lo hicieron por mi, todos me dieron la espalda y comenzaron a traicionarme". Le acusaron de delitos que no había cometido y fue por ello a la cárcel.
La vida en la cárcel por un delito que no has cometido "es super frustrante", dice, "fuera de una banda latina la vida está llena de paz , tranquilidad, sin miedo, sin angustias, sin pesadillas, sin temor, sin drogas, una tranquilidad completa".
El pastor Alberto Díaz ha dirigido el estudio y es responsable de que chicos como Rafael y Jessica salgan de las bandas gracias a un proyecto que ayuda a los jóvenes y les proporciona toda la asistencia que necesitan: "lo mas grave es ver como la juventud se pierde"
Alberto afirma que el problema de las bandas latinas es de todos: "Todos nosotros como sociedad debemos intervenir para mostrar a la juventud que hay un camino diferente que el da las bandas".