En El Partido de la Una charlamos Álvaro Martín, el correcaminos del fútbol madrileño. Cedido por el Real Madrid Castilla en el DUX Internacional de Madrid que milita en la Primera RFEF, vive en la localidad toledana de Ocaña y tiene que recorrer 150 kilómetros diarios para acudir a los entrenamientos con su actual equipo en Villaviciosa de Odón.
Está acostumbrado desde bien pequeño a pasarse media vida en la carretera. Jugó en las categorías inferiores del Getafe recorriendo entonces 112 kilómetros todos los días y después en Valdebebas, para jugar en el Castilla, haciendo otros 152 kilómetros diarios.
"Llevo ya muchos kilómetros, primero con mi abuelo cuando era más pequeño, después con mi padre y ahora conduciendo yo mismo pero merece la pena. Sabes que para llegar a ser profesional hay que sacrificar muchas cosas, y esta es una de ellas", destaca Álvaro.
Álvaro además ya sabe a sus 20 años lo que es jugar todavía más lejos de casa. El año pasado estuvo cedido en el Sibenik de la primera división croata. "Jugar en el Real Madrid es muy complicado y no puedes cerrarte puertas", comenta el futbolista del Dux.
Álvaro está viendo los frutos de su sacrificio esta temporada en el equipo dirigido por Alfredo Santaelena. Lleva tres goles esta temporada y el último fue muy especial para él y para el equipo porque supuso la primera victoria del Internacional de Madrid fuera de casa después de siete meses sin hacerlo, ganando al Celta B por un gol a dos en Vigo: "Fue un gol muy importante y esperamos que el equipo vaya para arriba. Estoy seguro de que conseguiremos la salvación", concluye en jugador interista.