España es uno de los países líderes mundiales en investigación clínica. Más de 150 mil españoles participan, cada año, en algún ensayo clínico. La mayoría de ellos dirigidos a enfermedades oncológicas y es lógico que sea así porque uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres desarrollarán esta enfermedad a lo largo de su vida.
Impulsar la investigación oncológica es una prioridad para cualquier gobierno. Como señala en Fórmula Salud Silvia Martín Lluesma, profesora de Ingeniería Genética y Terapias Avanzadas en la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo y responsable de Terapias Avanzadas en el Instituto de Oncología del hospital Valle de Hebrón, “cuanto más conocemos, más sabemos de la variabilidad de las patologías, lo que justifica aún más nuestro trabajo de investigación”.
Pero hace falta una apuesta clara por la financiación de la investigación.
Como señalan diferentes asociaciones de investigadores, España tan solo dedica un 1,42% del PIB a I+D+i, una marca que queda muy lejos de las aspiraciones de llegar, como mínimo, al 2.4%, lo que también tiene un impacto muy importante en la puesta en marcha de proyectos de investigación puntera.