En ocasiones hablamos de pollo de corral y nos da la sensación de que se trata de un pollo como los que se criaban antiguamente en el corral de las casas picoteando. Pero… ¿Qué tiene esto de cierto? La nutricionista Beatriz Robles está con nosotros para darnos la respuesta.
“Realmente no es así. La mención “pollo de corral” es la denominación genérica para todos los pollos”, nos cuenta Beatriz. Y es que, legalmente, todos los pollos que hay en el mercado son "pollos de corral".
De hecho, todos los pollos envasados que vemos en el supermercado tienen el distintivo de pollo de corral “y no tenemos que relacionarlos con esos pollos tradicionales”.
Sin embargo, existen menciones, que se pueden realizar de manera voluntaria, sobre el sistema de cría. “Por ejemplo, el productor puede decir que el pollo está alimentado con un porcentaje determinado de maíz. Eso lo puede poner en la etiqueta”, explica la nutricionista.
¿Y esta distinción se nota en el sabor de la carne? “Fundamentalmente se va a notar en el color. Otra cosa es el pollo campero, que es otro tipo de cría. O el campero tradicional o el campero criado en total libertad. Según lo que ponga va a estar más tiempo criado en libertad, va a tener más o menos edad…”.
La conclusión es que “pollo de corral” son todos y los apellidos son los que le dan un valor añadido.