En Madrileños por el mundo hemos visitado Maldivas, un archipiélago en el océano Índico de casi 1.200 islas que se ha convertido, en apenas 40 años, en uno de los destinos más deseados. Con 1,2 millones de visitantes al año, la industria turística es el centro de la vida económica del país.
Las islas, distribuidas en 26 atolones, se formaron como resultado de erupciones volcánicas hace unos 60 millones de años, y este origen marca la geografía del país, el más bajo del mundo, con una media de apenas 1,5 metros sobre el nivel del mar, lo cual lo hace particularmente vulnerable a inundaciones y catástrofes naturales como el tsunami de 2004, que arrasó buena parte de las poblaciones del país.
Maldivas fue parte del Imperio Británico hasta 1965 y, tras un breve período de sultanato, fue instaurada la república confesional islámica. Maldivas es un país musulmán, con rígidos preceptos y costumbres para sus poco más de 400.000 habitantes, y especialmente para las mujeres, pero que ha ido adoptando progresivamente algunas de las características del mundo occidental gracias al constante intercambio con personas de todo el mundo.
El principal atractivo para el turismo son las aguas cristalinas y un clima tropical con temperaturas promedio de 28 grados durante todo el año. Junto al turismo de lujo que se hospeda en sofisticados resorts, en los últimos años se ha ido consolidando un tipo de turismo más interesado por la cultura de los maldivos y actividades de observación y conservación de las especies naturales de las islas.